Éste artículo es una reflexión que hice a raíz de un artículo escrito por Javier Mejías en el que se habla de cuándo la satisfacción que produce tu producto/servicio ya no es suficiente para hacer que el cliente decida comprarte a ti en vez de a tu competidor.
Mi opinión es concreta al respecto. Había escuchado ya algo pero me reafirmo en que actualmente ya no vale que tu producto, tu servicio o la atención al cliente sean mejor que la de tu competidor. Porque hoy por hoy la diferencia en ésos aspectos es mínima y no es generalmente lo que te va a dar un valor diferencial respecto a los demás, sino que ahora entra en juego un nuevo “valor” el cuál se ha convertido en algo más importante que los anteriores puntos citados. Es la sensación que interpreta el cliente cuándo consume nuestro producto. Creo (estando de acuerdo con el escritor del artículo) que las sensaciones (de bienestar, tranquilidad, sentimiento de superioridad, seguridad,…) tienen más importancia que ninguna otra cosa porque es lo que más impulsa al consumidor a adquirir tu producto.
El ejemplo que dejan en el artículo es bastante interesante: dice el director de Harley Davidson que ellos no venden motos, sino que venden la posibilidad de “que un contable de 43 años pueda vestirse de cuero negro, conduzca por pequeños pueblos y consiga que la gente tenga miedo”. Esto es aplicable a cualquier producto/servicio de cualquier ámbito.
Eso me lleva a pensar en la pirámide de Maslow sobre las necesidades humanas. Lo que viene a decirnos esta pirámide es que el ser humano siempre ha tenido una sed de querer tener siempre más de lo que tenemos. Esto aplicado a éste caso, que cuándo las necesidades primarias están resueltas empezamos a necesitar cubrir otras necesidades que cada vez son más innecesarias. Entonces empiezan a surgir nuevas necesidades cuándo las anteriores ya están cubiertas.
Según Maslow las necesidades básicas (fisiología) serían las vitales para sobrevivir cómo el poder respirar, beber, comer, descansar, tener relaciones sexuales, necesidad de eliminar los desechos,…
El siguiente nivel serían las necesidades de seguridad y protección. El sentirnos seguro tanto en la salud, cómo con la familia o en el empleo
Las necesidades de afiliación y afecto son aquellas que están ligadas a la necesidad que tenemos de relacionarnos entre nosotros cuando te asocias con gente nueva, participas con demás personas en actividades,…
En las necesidades de estima, Maslow desarrolló dos tipos de autoestima. Una de ellas la autoestima baja que concierne al respecto que las demás personas muestran por ti cómo en la reputación, la falta de atención, el estatus,.. Y la otra es la autoestima alta la cuál concierne a la necesidad del respeto a uno mismo.
Por último ésta la necesidad de autorrealización. Según Maslow “son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a través de su satisfacción se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad.” Y concluye en que a ésta necesidad se llegará cuándo todas o casi todas las demás necesidades estén cubiertas.
Les he explicado ésta pirámide lo mejor que he podido para que os pueda servir para comprender las actuaciones guiadas por las necesidades de amigos, clientes, etc. y que podáis de alguna forma predecirlas.
¿Qué opináis vosotros sobre las distintas necesidades que tenemos y sobre cómo nos hacen actuar en ciertos momentos?