LOS ERRORES MÁS COMUNES DEL EMPRENDEDOR SÉNIOR

Hablamos con frecuencia sobre algunos errores que cometen los emprendedores, en particular los Séniors y de qué forma identificarlos para poder, además de evitarlos, ahorrar tiempo y dinero.

Así que, esperando que sirva de ayuda, hemos decidido escribir este artículo para indicarlos y facilitar la reflexión y que permita poner soluciones a tu alcance. Construir el puente juntos

Falta de determinación

Sí, sí, nos interesa emprender. A veces un poco forzados por la circunstancia. Nos gusta la idea de ser autónomos, ser nuestro propio jefe, poder realizar nuestros proyectos. Y a pesar de ello, hay lagunas en nuestra determinación. Es como si a veces nos fallara la ilusión. Esto para muchas personas es vivido con una duda esencial, que a veces corroe, de si deberían o no dar este paso. Creen que sería posible otro estado en el que tener plena certeza de que la decisión que van a tomar o han tomado ya, Es La Decisión. Si nos encontráramos por momentos en esta situación, nos conviene saber que nuestro pensamiento, habituado a otra forma de actuación, va a hacer cuanto esté a su alcance para evitar el miedo que siente ante el cambio, y va a aprovechar cualquier momento de flaqueza energética para introducir ideas que pongan en tela de juicio nuestra decisión. Es mucho mejor saber que esto es completamente normal, que nos sucede a todos, en mayor o menor medida, y que la mejor forma de tratarlo es asumir su normalidad, mirando cuando surgen estos pensamientos como fruto del propio proceso de cambio.

Temor a preguntar

Creemos que preguntar sobre algo que desconocemos nos hace ser poco profesionales e incluso incompetentes. Que alguien nos va a decir eso de: «A tu edad y te metes en estos líos». Como si la vida bien vivida no fuera en realidad una sucesión de continuas pequeñas y grandes decisiones, que ponen en entredicho el camino a seguir. Aprender día a día, para un Sénior, es un motor de vida y esperanza. Y dejarnos aconsejar por aquellos que saben más que nosotros es aún de más valor.

Elegir socios problemáticos

Como dice el famoso proverbio africano: “Si quieres ir rápido camina solo, pero si quieres llegar lejos anda acompañado”. Estamos de acuerdo, pero ¡camina bien acompañado!

Elige bien a tu compañero en el nuevo camino que vas a emprender. Busca a alguien con quien compartas la misma filosofía y que se pueda complementar con tu formación o aptitudes en el trabajo. Y ya que la tecnología no sólo lo permite, sino que también lo propicia, trabaja en Red. Asóciate con otros que como tú están ofreciendo su mejor trabajo al mercado. Haz alianzas, juntar servicios, complementaos. Haceros la competencia entre vosotros para que se convierta en Coopetencia. 

Mala previsión de gastos

Intentar ahorrar es positivo pero en ocasiones nos hace preparar números poco realistas a la hora de llevar un correcto desarrollo del proceso.

No minimices los gastos en tus previsiones iniciales. Organízate bien y empieza con la liquidez suficiente como para desarrollar tu proyecto de forma segura. Un consejo: si vas a minimizar gastos, intenta que sean gastos fijos.

Temor a delegar

Esto es especialmente importante, por ser una de las partes más difíciles, al vincular a terceras personas que hacen más compleja la realidad. Pensamos que nadie va a hacer las cosas mejor que nosotros y no es así. Todo es cuestión de una buena organización, de enseñar y de tener paciencia. Si aprendemos a delegar vamos a ganar en tiempo y en efectividad.

Limitar el gasto en marketing

Los productos o servicios, por muy buenos que sean, no se venden solos. Hay que llegar al consumidor, por tanto, la comunicación, la publicidad y el marketing son factores imprescindibles en una buena estrategia de ventas.

Limitar los mercados

Es un error frecuente el limitarnos a un solo público que seguro que nos va a comprar. El mercado de ese público en cuestión ya está cargado de nuestra competencia, por tanto ¿por qué no abrirnos a nuevos horizontes? En internet podemos encontrar muchas posibilidades gracias a las redes sociales y a portales especializados.

Todos los consumidores no piensan como tú

Es importante tener en cuenta que hay un amplio mercado y, por tanto, un público muy variado. No todos los consumidores piensan de la misma forma, y sobre todo, no todos comparten tus criterios. Es fundamental realizar una previsión de las distintas respuestas que el consumidor puede hacer acerca del producto o servicio en cuestión.

Esperamos que ayude en tu reflexión profesional.