Personalmente me siento una afortunada por la generación en la que me ha tocado vivir y en la que me desarrollo como persona y profesional. El motivo es que vivir en estos tiempos me ha permitido asimilar de manera relativamente sencilla el cambio de paradigma y de época al que estamos asistiendo desde hace ya algunos años, no tan fácil para todos pero no por eso imposible.
Todo parece estar mal o al menos eso es lo que nos llega constantemente a través de los medios y nuestra gente cercana. Pero dentro de ese oscuro mantra, que parece haber calado hasta lo más profundo de nuestra existencia, existe un sinfín de oportunidades que debemos saber aprovechar para reorientar nuestras vidas. Y existen porque, desde hace ya algún tiempo, estamos asistiendo a una democratización total, tanto de herramientas como de información que están al alcance de nuestra mano sin coste alguno.
Hemos de saber aprovechar cada uno de estos recursos que tenemos a nuestra disposición para poder hacer nuestro día a día más cómodo, sencillo y rentable. Para poder proyectarnos al mundo actual como personas de hoy que evolucionan a la par que la sociedad misma.
No ha podido pasar inadvertido, para ninguno de nosotros, que internet ha convulsionado el mundo. La manera de comunicarnos ha cambiado de igual forma que lo hizo cuando el teléfono móvil irrumpió en nuestras vidas, sólo que en esta ocasión ha sido de manera exponencial. Y hemos de aprender a asimilarlo. La ‘red’ con su inmensa capacidad de relación, mediante los proliferantes social media, ha conseguido eliminar todas aquellas barreras, tanto físicas como sociales y geográficas, que tanto dificultaban la comunicación tiempo atrás.
En la actualidad no es posible concebir una idea de negocio que no incorpore en su estrategia de desarrollo las nuevas tecnologías y algunas de las múltiples herramientas que internet pone a su disposición. Y esto es un hecho. Las cifras hablan por sí solas como ya comentó Prudencio en su exposición en la charla del pasado 23 de febrero sobre empleo y vivienda.
En la actualidad en torno al 56% de las pymes españolas emplea en su estrategia de negocio las herramientas 2.0 según los resultados de El Estudio de tendencias y usos de las redes sociales en la pequeña y mediana empresa española realizado por la Fundación Banesto: el 60% está en Facebook, el 50% utiliza Twitter, el 34% tiene canales propios en YouTube y en torno al 9% considera que LinkeIn es útil para su negocio.
Pero, ¿cómo dar el paso? ¿Cómo convertir mi pequeña empresa o negocio en una empresa ‘on line’ del siglo XXI? ¿Cómo adaptarme a esta nueva realidad imperante?