Tenemos que ser cada vez más conscientes de la realidad del mundo profesional, en donde las estructuras tradicionales de búsqueda de nuevas oportunidades y del propio desarrollo están cambiando hacia un escenario muy diferente al que estábamos acostumbrados.
Ahora las necesidades son otras, el perfil del trabajador ha de ser otro, tenemos que aunar nuestra capacidad intelectual y nuestras habilidades para ser de verdadera utilidad a nuestro cliente. Al profesional cada vez se le va a valorar más por su capacidad de ofrecer diferencias adaptadas al mercado.
Por lo tanto, hemos de saber reinventarnos, tratando de establecer puentes entre nuestro presente y nuestro futuro. Un análisis previo nos ayudará a saber lo que sabemos hacer y lo que queremos hacer, porque en sus conclusiones nos acercaremos a nuestro desempeño a medio y largo plazo. Establecer nuestra propia estrategia, objetivos cuantitativos y cualitativos que nos ayuden a dirigir y focalizar nuestra energía.
A partir de este punto hemos de asumir las carencias que tenemos y responsabilizarnos de nuestro propio aprendizaje. Adaptarnos con rapidez a nuevos entornos de conocimiento nos proveerá de un mayor número de posibilidades profesionales.
Incidir de forma paralela en nuestras capacidades, que creíamos menores, pero cada vez son más necesarias. Se trata de las capacidades sociales y emocionales. Y otras, como el sentido de autonomía, adaptabilidad, pensamiento crítico, pueden ayudarnos a diferenciar nuestra propuesta en el mercado en el que queramos actuar.
En todo este proceso de transición del mundo profesional hemos de ser conscientes que cada vez más oportunidades profesionales van a venir de internet, o no van a venir. La brecha digital va a ser más acusada y cobrará mayor importancia nuestra presencia en las RRSS, si no estamos allí, no existimos.
Ahora mismo ir repartiendo cv es una pérdida de tiempo de la forma en la que siempre lo hemos hecho, ya no tiene sentido. Tenemos que plantearnos qué soluciones somos capaces de ofrecer a las empresas y a nuestros clientes. Qué podemos hacer para aportar soluciones, éste realmente es el valor de nuestro trabajo. Existen diferentes tipos de CV virtuales que aportan la suficiente dosis de creatividad e innovación en sus propuestas que pueden ayudarnos a romper definitivamente con el formato de CV tradicional.
Linkedin supone una plataforma excepcional para construir tu propia red de contactos, tu especialidad, capacidades y expectativas quedarán marcadas y podrán servir para ser receptor de ofertas y oportunidades interesantes.
Facebook puede ayudarnos a potenciar nuestra relación con el cliente, aumentando nuestra red de contactos, a través de pequeños eventos podemos llegar a conocerlos y establecer una relación más estrecha.
A través de Twitter existen diferentes usos que podemos darle para aumentar las conversaciones con mi cliente, para ser receptor de reclamaciones, pedido, etc., hacer uso de la red para conocer a profesionales de nuestro propio sector, aportar nuestro aprendizaje y conocimiento, etc.
Blog. Como herramienta es una forma de dar a conocer nuestra especialidad, nuestras motivaciones y compartir información de calidad. Que los demás puedan conocer tus ideas, lo que haces y cómo lo compartes. Resulta muy interesante aunar tus conocimientos y el diseño de tu propio blog.
Es muy importante marcar una línea coherente en todo aquello que publiquemos en las RRSS, sobretodo si verdaderamente queremos utilizarlas en un sentido fundamentalmente profesional.
David Vázquez Rodríguez